Buenas tardes cocineros y gracias por compartir un jueves más con nosotros en: Las recetas de la Bruja. Bienvenido a nuestra página, tenemos todo lo que siempre quisiste saber y nunca te atreviste a preguntar sobre la cocina, recetas sencillas, platos tradicionales, trucos de cocina, y todo ello en el mejor ambiente. Busca, compara y si encuentras algo mejor… no, no creo que lo encuentres, así que manos a la masa, que comenzamos con la receta de esta semana.
Hoy preparamos salsa Bechamel. Si, ya se, ya se, la mayoría está diciendo: ¿Salsa Bechamel? ¡Pero si eso es muy tonto!. Os sorprendería saber cuanta gente desecha un plato solo por no conseguir preparar esta salsa en condiciones. A mucha gente le cuesta conseguir la cremosidad perfecta y no logra deshacerse de los dichosos grumitos.
Por eso no os perdáis detalle de nuestro video, porque una vez conseguida la receta, se convertirá en uno de vuestros básicos, os lo prometo.
Salsa Bechamel
50 gr. mantequilla
40 gr. harina
1/2 l. leche entera
Sal, pimienta blanca y nuez moscada
En un cazo, mejor de fondo grueso, comenzaremos derritiendo la mantequilla a la que añadiremos la sal, la nuez moscada y la pimienta al gusto (estas dos últimas especias son opcionales, pero os aseguro que le da un toque increíble). Incorporamos la harina y lo rehogamos todo hasta que coja un poquito de color (ver video). Cuando tenga un color ligeramente tostadito, con el fuego suave, iremos añadiendo la leche poco a poco y sin dejar de remover. Esperaremos, controlando la cocción, a que la crema empiece a moverse y haga la primera burbuja. Ese justo es el instante en que la salsa está en su punto; retiramos del fuego, batimos con energía y listo.
Truco: Lo mejor es ir añadiendo la leche poco a poco, de manera que podamos conseguir la textura que más nos guste (mas espesa o mas clarita).
En caso de que nos quede con grumos, simplemente pasaremos el minipimer unos segundos y adiós a los grumos.
Salsa Bechamel sin grumos - Las Recetas de la Bruja |
Seguro que muchos de vosotros ya puede imaginársela sobre unos canelones rellenos, o como base de una increíble salsa roquefort. Probad, experimentad y no dejéis de compartir.
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